ORDEN Y ESPACIO El Feng Shui, una filosofía saludable para decorar el hogar
(fuente: http://www.elsemanaldigital.com/articulos.asp?idarticulo=19168)
"Si quieres que se produzcan cambios en tu vida, mueve 27 cosas", dice un proverbio chino, que viene muy a propósito del Feng Shui, una suerte de filosofía, ciencia y arte, que nació en Extremo Oriente en el siglo IX y hoy se manifiesta de manera progresiva en Occidente, sobre todo en la decoración de las viviendas, y los ambientes. Algunas empresas han acudido también al Feng Shui para plantear la imagen de sobriedad, comodidad y despojo que implica este arte que tiene bastante de técnica. El Hotel Colón de Madrid (Doctor Esquerdo, 117-119) muestra en sus salas de exposiciones temporales y en dos de sus habitaciones una visión práctica del Feng Shui, a partir del 5 de agosto y hasta primeros de octubre.
"Un espacio interior es la proyección natural del alma", decía la diseñadora francesa Cocó Chanel. Para el Feng Shui, estilo que invade las revistas de decoración, es importante que fluya la energía porque conviene despejar los ámbitos del abigarramiento y exceso de muebles u objetos a que los tenemos sometidos. La Escuela de la Forma o de la Distribución la inició en el siglo IX después de Cristo un consejero del emperador del Japón, y éste podría ser el antecedente del Feng Shui, interesado en buscar siempre el mejor emplazamiento de las cosas. "Feng" significa "viento" y "Shui", "lluvia", dos fuerzas de la naturaleza que interactúan para crear montañas, valles y cursos de ríos.
El entorno en que vivimos afecta al tipo de persona que somos y, equilibrando ambos, podemos influir para mejorar nuestro futuro. El Feng Shui cuenta ya con una amplia bibliografía en castellano y los interioristas y revistas de decoración lo sopesan a la hora de diseñar sus espacios para ser fotografiados y difundidos. No se trata de lograr un despojamiento excesivo o monacal, como en el jardín zen, sino de reflexionar sobre la conveniencia del espacio abierto y diáfano, donde la energía ambiente fluya y no la obstaculicemos con el abigarramiento que impide pensar, descansar y la circulación abierta de la buena energía.
Con el Feng Shui se pretende aligerar peso y obstáculos para que la idea de orden, higiene y limpieza estén presentes en el interior y el entorno de la persona. Junto a esta idea base están los consejos prácticos muchas veces de sentido común que se requieren para la entrada de las casas, el pasillo, la cocina, el dormitorio o el salón-estar. Cómo, dónde y por qué situar la cama.
"Damos forma a nuestras moradas, y luego son nuestras moradas las que nos dan forma a nosotros", afirmaba Winston Churchill, un hombre que como buen británico tenía arraigada la idea de una casa habitable y protectora. No olvidemos que los ingleses tenían fama de trasladar su propio estilo de casas a los países más dispares del Imperio Británico.
Las indicaciones y consejos del Feng Shui resultan interesantes y dignas de conocerse para asumir algunas de ellas. Karen Kingston, experta en Feng Shui, asegura que "despejar el desorden libera la energía en el hogar y envía vitalidad al cuerpo. Cuando el espacio que se habita está desordenado y plagado de objetos inservibles, no hay sitio para nada en la vida y se tiende a vivir anclado en el pasado y no de cara al futuro".
Charo Marín, estudiosa en Kioto del Feng Shui y promotora de la exposición en el Hotel Colón suele seguir un método infalible con quienes aceptan su propuesta: reúne todas las cosas de un salón en el centro del mismo y considera con sus dueños qué cosas son estrictamente importantes o necesarias para que continúen allí y eliminan o alejan el resto. Hay tres criterios básicos para "despejar" una casa: simplificar y organizar; vivir con lo que realmente gusta y priorizar la comodidad sin abandonar la estética. Trasteros, desvanes y sótanos no deben escapar a esas ideas. El principio de comodidad pide un desplazamiento de estorbos y sobrantes. Muchos dolores de cabeza se eliminarían si se elimina el plus de elementos que resta la circulación de la energía.
El Banco de China en Hong Kong se construyó y distribuyó siguiendo las ideas del Feng Shui y su éxito fue claro. Los negocios circundantes se interesaron de inmediato por aquella filosofía de la presencia y la distribución. "Qué bendición divina poder sacar del caos de nuestro interior y, a partir de él, crear cierta apariencia de orden", afirma Catherine Paterson. El Feng Shui, según la exposición del Hotel Colón, facilita ese deseo.
"Si quieres que se produzcan cambios en tu vida, mueve 27 cosas", dice un proverbio chino, que viene muy a propósito del Feng Shui, una suerte de filosofía, ciencia y arte, que nació en Extremo Oriente en el siglo IX y hoy se manifiesta de manera progresiva en Occidente, sobre todo en la decoración de las viviendas, y los ambientes. Algunas empresas han acudido también al Feng Shui para plantear la imagen de sobriedad, comodidad y despojo que implica este arte que tiene bastante de técnica. El Hotel Colón de Madrid (Doctor Esquerdo, 117-119) muestra en sus salas de exposiciones temporales y en dos de sus habitaciones una visión práctica del Feng Shui, a partir del 5 de agosto y hasta primeros de octubre.
"Un espacio interior es la proyección natural del alma", decía la diseñadora francesa Cocó Chanel. Para el Feng Shui, estilo que invade las revistas de decoración, es importante que fluya la energía porque conviene despejar los ámbitos del abigarramiento y exceso de muebles u objetos a que los tenemos sometidos. La Escuela de la Forma o de la Distribución la inició en el siglo IX después de Cristo un consejero del emperador del Japón, y éste podría ser el antecedente del Feng Shui, interesado en buscar siempre el mejor emplazamiento de las cosas. "Feng" significa "viento" y "Shui", "lluvia", dos fuerzas de la naturaleza que interactúan para crear montañas, valles y cursos de ríos.
El entorno en que vivimos afecta al tipo de persona que somos y, equilibrando ambos, podemos influir para mejorar nuestro futuro. El Feng Shui cuenta ya con una amplia bibliografía en castellano y los interioristas y revistas de decoración lo sopesan a la hora de diseñar sus espacios para ser fotografiados y difundidos. No se trata de lograr un despojamiento excesivo o monacal, como en el jardín zen, sino de reflexionar sobre la conveniencia del espacio abierto y diáfano, donde la energía ambiente fluya y no la obstaculicemos con el abigarramiento que impide pensar, descansar y la circulación abierta de la buena energía.
Con el Feng Shui se pretende aligerar peso y obstáculos para que la idea de orden, higiene y limpieza estén presentes en el interior y el entorno de la persona. Junto a esta idea base están los consejos prácticos muchas veces de sentido común que se requieren para la entrada de las casas, el pasillo, la cocina, el dormitorio o el salón-estar. Cómo, dónde y por qué situar la cama.
"Damos forma a nuestras moradas, y luego son nuestras moradas las que nos dan forma a nosotros", afirmaba Winston Churchill, un hombre que como buen británico tenía arraigada la idea de una casa habitable y protectora. No olvidemos que los ingleses tenían fama de trasladar su propio estilo de casas a los países más dispares del Imperio Británico.
Las indicaciones y consejos del Feng Shui resultan interesantes y dignas de conocerse para asumir algunas de ellas. Karen Kingston, experta en Feng Shui, asegura que "despejar el desorden libera la energía en el hogar y envía vitalidad al cuerpo. Cuando el espacio que se habita está desordenado y plagado de objetos inservibles, no hay sitio para nada en la vida y se tiende a vivir anclado en el pasado y no de cara al futuro".
Charo Marín, estudiosa en Kioto del Feng Shui y promotora de la exposición en el Hotel Colón suele seguir un método infalible con quienes aceptan su propuesta: reúne todas las cosas de un salón en el centro del mismo y considera con sus dueños qué cosas son estrictamente importantes o necesarias para que continúen allí y eliminan o alejan el resto. Hay tres criterios básicos para "despejar" una casa: simplificar y organizar; vivir con lo que realmente gusta y priorizar la comodidad sin abandonar la estética. Trasteros, desvanes y sótanos no deben escapar a esas ideas. El principio de comodidad pide un desplazamiento de estorbos y sobrantes. Muchos dolores de cabeza se eliminarían si se elimina el plus de elementos que resta la circulación de la energía.
El Banco de China en Hong Kong se construyó y distribuyó siguiendo las ideas del Feng Shui y su éxito fue claro. Los negocios circundantes se interesaron de inmediato por aquella filosofía de la presencia y la distribución. "Qué bendición divina poder sacar del caos de nuestro interior y, a partir de él, crear cierta apariencia de orden", afirma Catherine Paterson. El Feng Shui, según la exposición del Hotel Colón, facilita ese deseo.
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